Seniors living: la complejidad de nuevas figuras.

Coliving, senior living, cohousing, seniors resorts, derecho de uso, hipoteca inversa, rentas vitalicias, nudas propiedades, vivienda inversa, venta con arrendamiento vitalicio… todas son figuras muy complejas.

¿Qué opción entre todas es la que más me conviene? Pero si no sé cuándo me voy a morir, ¿Cuál es la proporción?, ¿si era a perpetuo y me voy antes, cuanto me devuelven? ¿Y qué pasa si me echan? ¿Me compensan? ¿Qué pasa si ya no tengo la otra vivienda?, ¿Cómo me voy a pagar la residencia luego? ¿Qué es lo que compro?

Otro problema añadido que tienen las personas mayores al deshacerse de parte de su patrimonio son los problemas fiscales.

Muchos de nosotros querríamos pasar los días de nuestra etapa final en una comunidad que valore la convivencia, el apoyo mutuo, el enriquecimiento personal, con una calidad de vida plena, de integración social y bienestar colectivo. Suena muy bien, pero sin un buen asesoramiento, la persona puede quedar despatrimonializada en una época de vulnerabilidad como es la tercera edad. Solo hay que mirar a la experiencia en USA y UK con las hipotecas inversas “reverse mortgage”. ¿Y las expectativas del heredero? Esta idea de familia de patrimonio desaparece porque ya no recibirán nada, y para el caso de la casa familiar, tendrán que pagar mucho dinero y devolver lo que su padre o madre se haya gastado en la hipoteca inversa. Y así llegamos a las predicciones del FMI “en 2030 no tendrás nada y serás feliz”. ¿Y qué le pasa a la persona que se quiere quedar en su casa, hasta que sea muy mayor?

Abogada y mediadora en Valencia